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Pilates

Pilates

Articulo1Seguramente ya habrás escuchado hablar del método Pilates. Pero ¿qué es? Es un programa de entrenamiento físico y mental que procura explotar el potencial de cambio del cuerpo humano para mejorar su funcionamiento, partiendo del fortalecimiento de los pilares de la energía.

¿Por qué Pilates?



Se llama programa o método Pilates a la completa coordinación de cuerpo, mente y espíritu mediante un sistema de ejercicios de estiramiento y fortalecimiento, porque fue desarrollado por Joseph Pilates, hace casi un siglo.



Trabaja en secuencias de movimientos controlados y precisos, con un equipo de aparatos especializados diseñados por el propio Pilates, que ofrecen un conjunto de resistencias variables al esfuerzo muscular que actúan como los propios músculos, combinando este trabajo con el del suelo o colchoneta. 



¿Cómo se realizan los ejercicios?



Los ejercicios se realizan en distintas posiciones: acostados, sentados, arrodillados, inclinados y de pie; evitando siempre el impacto o la presión sobre los músculos, las articulaciones y los tejidos. Las sesiones deben ser supervisadas, íntegramente, por profesores debidamente cualificados.

Frases del mentor de Pilates:



"Un buen estado físico es el primer requisito para ser feliz”.



“Lo ideal sería que nuestros músculos obedeciesen a nuestra voluntad, o lo que es lo mismo, que esta no estuviese dominada por las acciones de nuestros músculos”.



“Es la mente la que guía el cuerpo”.



Beneficios del programa

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Refuerza y tonifica los músculos.
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Mejora la postura.
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Aporta flexibilidad.
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Mejora el equilibrio.
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Unifica mente y cuerpo, generando una percepción más acabada del mismo. 
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Crea una figura más estilizada.


Los seis principios básicos



Cada ejercicio del programa Pilates está concebido para integrar los siguientes principios, es por ello que al principio, sin un profesor que lo supervise, la técnica puede ser irregular y los resultados infructuosos. Es necesario incorporar los principios de forma correcta y trabajar los conceptos fundamentales hasta que fluyan de forma natural y se transformen en hábito.

1.

Centro de Energía:

Es la franja o “cinturón” que se extiende desde la base de las costillas hasta por debajo de la pelvis. Constituye el pilar fundamental del método. Todo el trabajo empieza a partir de este centro y continúa desde él. El centro soporta el tronco, ayuda a mejorar la postura, facilita movimientos equilibrados y afina la motricidad de las extremidades.



Todos los movimientos fluyen a partir del interior de este centro hacia fuera. El desarrollo del centro de energía ayuda a prevenir el dolor de espalda y otras lesiones, e implica menos fatiga.

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Concentración:

Los ejercicios no deben ejecutarse de un modo desentendido o casual, sino que la mente se debe centrar con el cuerpo en movimiento. La razón de la necesidad de concentrarse es poder estar al mando de cada movimiento, para así, realizar movimientos precisos y perfectos.



Al realizar los ejercicios, es fundamental tener conciencia de todas las partes del cuerpo, cosa que se consigue enfocando la concentración en él. Cada ejercicio tiene unos objetivos y una razón de ser. Las pautas e instrucciones son fundamentales para obtener el éxito global de cada ejercicio; ignorar los detalles supone sacrificar el valor y el beneficio del ejercicio.

Control:

Cuando el trabajo se realiza desde el centro con total concentración, los movimientos a ejecutar se controlan mejor, sin permitir que los malos hábitos se adueñen de ellos. Es preponderante conseguir el control de la mente sobre el cuerpo, un patrón de respiración y del cuerpo en movimiento. Nada del método Pilates es casual; el control es una clave fundamental para conseguir la calidad deseada en un movimiento, que debe ser preciso.



Precisión:

Todos los ejercicios tienen una estructura clara, una forma precisa y una dinámica adecuada. Los ejercicios fueron diseñados con el fin de obtener el máximo beneficio de cada uno de ellos. Se debe prestar mucha atención a cada detalle, ya que la calidad en los movimientos es más importante que la cantidad. La precisión ayuda, además, a incrementar el control, combatir hábitos y patrones de movimiento no deseados y disminuir el riesgo de lesiones.



Respiración:

Debe coordinarse con los movimientos. Forzar una espiración completa es la clave para una inspiración correcta. Normalmente, inspiramos en el punto de esfuerzo y espiramos en la relajación, aunque esta regla puede cambiar dependiendo del tipo de ejercicio.



Fluidez de movimiento:

Cada uno de los ejercicios está ligado a otro. Los ejercicios son secuencias de movimientos fluidos, realizados sin rigidez, sin brusquedades y con una dinámica específica. No hay que ser demasiado rápido ni demasiado lento. Para obtener la máxima fluidez, debe realizarse el mínimo movimiento, sobre todo en las transiciones de los ejercicios.